Llueve y llueve y vuelve a llover. En fin que ya ha empezado la época de lluvias en Querétaro, y quieras que no, eso no ayuda mucho al ánimo. Supongo que si hay algún lector mexicano, no le hará mucha gracia lo que voy a contar a continuación, pero se da la circunstancia de que esta semana me he topado con parte de esos "malditos tópicos" que persigue a la mayoria de las sociedades. Vamos, que ha sido como pasar un día en España y pasarlo en la Plaza de Toros de la Maestranza, vestido de faralá y comiendo una paella. Y todo esto con el toro de Osborne de fondo......
Todo empezó la semana pasada. El viernes uno de los trabajadores nos pidió la cuenta y nos adelantó que el lunes no se presentaría a trabajar. Ni quince días de antelación, ni ná de ná. Y todo por un puñado de pesos.....
El fin de semana lo pase medio encamado, con alggunas "décimas", fruto del stress semanal (es un auto-diagnóstico que me he hecho).
El lunes tuvimos algún problemilla con una máquina, y después de llamar al técnico de mantenimiento, su respuesta fué que llegaba en media hora. Dos horas después, todavía estabamos esperándolo. También me puse en contacto con un proveedor que me tenía que haber mandado un determinado material el mismo lunes, y el lunes todavía no lo había puesto en fabricación.
También requerimos el servicio del Técnico Informático, y según él, aparecería al mediodía por la planta.Apareció el martes a la mañana.
Por cierto, el martes también apareció el de la compañía de seguros con la que tenemos asegurado los coches, el cuál se había comprometido a venir el lunes a la mañana. Lo dicho, cada quién a lo suyo.....
Y ya para rematar la faena, ayer fuí al cine, y al regresar a casa después del cine, a eso de las once y media me llaman de la planta por otra avería. O sea, a las doce a la planta a pelear con el de mantenimiento, a las doce y media a casa a intentar dormir un poco, a las dos de la mañana, llamadita para decir que todo estaba OK, y vuelta a dormir. A las cuatro de la mañana, llamadita porque faltaba un plano.Solucionar el tema y vuelta a dormir. Y finalmente, a las seis y media arriba, para estar a las ocho en Celaya.
En fin, "Sueñus Interruptus"
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